El blog de juanfratic: Investigando en Educación, en TIC, en el aprendizaje, y otras cosas de la vida. Profesor de ESO preocupado en hacerlo mucho mejor y en ser feliz. Siempre en obras: compartiendo.

INVESTIGANDO LAS TIC EN EL AULA: El Blog de JuanfraTIC

http://juanfratic.blogspot.com.es

Educación: Enseñanza-Aprendizaje

Metodologías emergentes, activas, inteligencias múltiples, aprendizaje cooperativo, etc.

Investigar, Indagar, Innovar

TIC, TAC, ABP, PBL, PLE, MOOC, EVA, ...

Afortunado de ser docente

Siempre tratando de hacerlo mucho mejor y disfrutando de mi profesión.

Mostrando entradas con la etiqueta ilusión. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta ilusión. Mostrar todas las entradas

miércoles, 18 de febrero de 2015

La actitud docente vs. la aptitud docente


Que nuestro sistema educativo no es el finlandés es algo patente. Pero que los docentes españoles no estemos a la altura de los finlandeses, ya no es tan evidente. Estoy convencido de que en nuestro país está lleno de buenos docentes, buenos y también malos docentes. Pero que igualmente ocurre en Finlandia, en Singapur y en China por poner tres ejemplos diferentes.

A mi entender, el origen de todos los males de la educación de este país pasa por un problema de actitud. La actitud del docente. Fuera de clasificaciones y tablas comparativas entre sistemas educativos, docentes, competencias del alumnado, etc. de diferentes países, todas ellas discutibles y en las que no creo excesivamente, estoy hablando de un factor difícil de medir, valorar, cuantificar e incluso de apreciar.

Empecemos hablando de recursos. Eso que cualquier docente usa como pretexto y se le llena la boca al decir la de cosas que haría si tuviese recursos o, mejor, más realistas y coherentes con la situación “actual” (¿cuantos años llevamos así?) la de cosas que no puede hacer por no tener recursos. Sin embargo, para ser un buen docente, para que haya aprendizaje, no es necesario disponer de la última tecnología, o de grandes infraestructuras escolares. La mayoría de las veces, por no decir todas, la educación, el aprendizaje se da, sin necesidad de grandes faustos ni dispendios. Un docente ilusionado puede encontrar el modo de explicar el concepto de reacción química a sus alumnos sin la necesidad de poseer un laboratorio de química que esté a la última, bastará con que ese docente sepa transmitir, motivar e ilusionar a sus alumnos a que ellos mismos lo experimenten, y así, una sencilla reacción como la mezcla de bicarbonato sódico y vinagre servirá para que en manos de los alumnos aprendan dicho concepto en toda su extensión. Muchos son los expertos y pedagogos que nos alertan del peligro de tanta tecnología por encima de la metodología y/o sin contar con ella. Incluso en estos tiempos en los que adquieren especial relevancia las metodologías y teorías emergentes es necesario para que estas funcionen un docente con una ilusionante y motivadora actitud. Podemos llevar a la práctica el trabajo por proyectos, una flipped classroom, trabajar inteligencias múltiples, etc., pero si no le ponemos ganas y pasión en lo que hacemos, nuestros alumnos serán incapaces de absorber, de contagiarse y en definitiva de aprender con estas nuevas y no tan nuevas metodologías. Y que decir de la evaluación, esa práctica docente que se ha visto reducida a un proceso calificador, punitivo, muy alejada de una evaluación hecha con una actitud diferente, una evaluación que sea sumativa, formativa e integradora, que realmente valore el progreso en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Incluso con unas bien definidas rúbricas, unos concienzudos portafolios o unos elaborados diarios de aprendizaje, una correcta evaluación de nuestros alumnos está condicionada a una actitud predispuesta y sugerente del docente. Sin ella, volveremos una y otra vez a caer en el error de suspender indiscriminada y compulsivamente, sin llegar a nuestros alumnos, a valorarlos, a reconocer todo aquello que de bueno, de diferentes, de creativos y de originales tengan. Esa valoración de la diversidad, de todo lo bueno, creativo y original que tienen, que tenemos cada uno de nosotros, hace surgir en este proceso, los sentimientos y las emociones y justamente ese “emotionware” (término acuñado por mi gran amigo Fernando García Páez) tampoco será real, o simplemente no será, sin una actitud abierta, receptiva y generosa del docente.


Y es entonces cuando alguien dirá que el docente no está formado, o que todo esto se arregla con la formación. Pues bien, incluso la formación docente necesita un cambio de actitud, una forma diferente de verla. No podemos formarnos sin interés, sin querer, sin vocación, o buscando simplemente un “cumpli-miento”, un título o diploma justificativo muchas veces de algo que no hemos hecho. No hay mejor formación que aquella que se busca, que se vive y experimenta, aquella que se realiza con pasión, con sentimiento. Esa es la que no se olvida, la que se aplica de forma inmediata en el aula, la que se hace desde una actitud positiva, una actitud directa, que reporta felicidad en aquello que se está haciendo pues se hace desde la convicción, desde el gusto por aprender, por desarrollarse.
Por último, debo reconocer que todo esto no es fácil, que la actitud se puede cambiar, sí, no es algo que nos venga de serie, pero que también es cierto que viene y se va. Por ello, aunque resulte difícil, una actitud docente coherente con nuestra profesión, con nuestra tarea de velar por los ciudadanos del mañana, tiene su mayor logro, cuando se consigue que esta sea para toda la vida, aquella que hace del docente un ser ilusionado, apasionado con todo aquello que hace y que se desvive por lo que hace. Y que no se confunda con la vocación, pues aún sin vocación, esta actitud de la que estoy hablando, es posible.


Otros posibles títulos de este post:    
   
    •    Todo es cuestión de actitud.
    •    Reflexiones actitudinales de un docente.
    •    Actitud docente, sin acritud. 



Este y otros posts con temática educativa, también los puedes encontrar en:

Educar cada semana (El blog de la semana de la educación)

domingo, 6 de mayo de 2012

Como decíamos ayer...


¡Qué la educación necesita un cambio! No seré yo quien lo discuta.
¡Qué los tiempos están cambiando! No es ningún descubrimiento de ahora.

La educación, al igual que la sociedad, es decir, las personas, o la tecnología, etc. están en continuo cambio y es por ello que requieren de una mejora constante, de un cambio continuo y en la figura del profesorado, de una aprendizaje continuo, eso que llamamos aprendizaje permanente o en inglés: Lifelong learning.

También es viejo y redundante el discurso de que no es todo tecnología, que la tecnología no tiene ningún sentido si no se hace un buen uso de ella, un uso con cambio metodológico incluido. Yo mismo en más de un post anterior de este blog he hablado de ello.

Sin embargo y a pesar de que como digo, este discurso empieza a ser cansino y demasiado socorrido en determinados círculos, siguen habiendo compañeros, profesores y profesoras, maestros y maestras, que o bien siguen sin enterarse o querer enterarse de que existe la tecnología y es una buena herramienta si se saca un buen partido de ella, o bien no hacen un buen uso de la tecnología en el aula, hacen un uso injusto de ésta, injusto con la tecnología, pero sobre todo y más importante, injusto con sus alumnos que son quien lo sufren.

Es curioso que en las habidas y por haber convocatorias de Encuentros, Jornadas, Congresos o Saraos varios de este curso escolar, uno se percata que es como si nos hubiésemos puesto de acuerdo todos en un mismo lema. Miradlo si no, para muestra un botón:

ExperTIC-ticemur2012: Los retos de la competencia digital: el cambio metodológico.



Novadors12: Innovant: Canvi metodològic i TIC



Lo más triste de todo esto es que no es algo de este año, ni de estos últimos diez años, si rebuscamos un poco desde cuando se está pidiendo un cambio metodológico en la educación, nos daremos cuenta que es desde…, uff, ni te cuento.

Y siempre habrá quien lamente que claro, en este tipo de saraos que menciono, siempre somos los mismos, las mismas caras, las mismas personas, los mismos amiguetes de turno. Cosa no del todo cierta pues siempre hay alguien joven o no tan joven converso que de buen agrado asiste, repite y hasta contagia a más gente a probar de esto. Cierto es también que en estos saraos tampoco están todos los que son. Hay muchos compañeros por ahí (los invisibles del lema del EABE12: Haz visible lo invisible) que trabajan muy bien, que hacen cosas interesantes, innovadoras, esas llamadas buenas prácticas, esos modelos o ejemplos a seguir o cuan menos a imitar; aquellos que bien por desconocimiento, porqué van a su rollo o porque pasan o no les van este tipo de eventos, muchas veces nos quedamos sin conocerlos, sin saber de ellos.

Y no es menos cierto que el profesorado que utilizamos las TIC con causa, o mejor, con conocimiento de causa y con sentido, podemos contarnos sin temor a perdernos en las cuentas, con los dedos de una mano, es decir, estamos hablando de un pequeño porcentaje (un 5%, un 10% a lo sumo) de profesorado frente a toda la comunidad docente. Cosa que también más de una vez he dicho por aquí.

Por todo ello, iniciativas populares como Purposed.es, kfe innovación, etc. o privadas como las que promueve la Fundación Telefónica (Movimiento E3, Premio Internacional Educared, etc.) y otras empresas en pro de la mejora de la Educación, son de alabar. Todo y que tienen sus logros, grandes logros en muchas ocasiones, no dejar de ser pequeños flotadores a los que amarrarse en un inmenso mar de dudas y problemas que arreglar.

Hay cosas contra las que algunos dicen no podemos luchar:
  • Inmovilismo del profesorado.
Tanto del que no utiliza las TIC y quiere seguir así, sin que le mareen, como el que las utiliza mal y así seguirá porque es como lo aprendió o nadie le enseñó o no quiso aprender (de nuevo ese viejo también, problema de la actitud), como del que ya las utiliza y bien, pero considera que no es su cruzada, que él o ella quiere estar tranquilito, y mucho menos, entre sus propósitos no está contagiar a nadie su buen hacer, bien porque lo suyo es suyo o porque no va con él.
  • La Formación.
No digo que no sean necesarios, pero si digo que son insuficientes, los cursos de formación basados en la herramienta, en la tecnología de per sé. Llevamos muchos años en los que no se para de hacer cursos así, y está bien, pero requieren de algo más. La formación del profesorado ya sea formal, informal, autodidacta o como se quiera nombrar, es necesaria y nunca suficiente. Hace falta ese aprendizaje permanente que ya he nombrado, pero debe ser una formación más centrada en la metodología y no tanto en la tecnología. Podemos ser más o menos creativos, originales, innovadores, pero sobre todo eso también lo podemos potenciar, motivar y contagiar, desde el compartir, la voluntad y el buen hacer de cuantos más mejor.
  • El avance imparable de la tecnología, la información y el conocimiento.
Nos vemos superados por el avance continuo y vertiginoso de la tecnología, por la sobredosis de información (infoxicación) y canales de comunicación con los que se nos bombardea día a día, así como también de nuevos saberes, conocimientos y conceptos que nos hace llegar a la desesperación, a la creencia de parecernos imposible seguir ese ritmo, esa carrera y que hace que mucha gente decida tirar la toalla, dedicarse a ignorar todo esto y seguir con sus métodos, con los contenidos que ha impartido siempre (los de esos viejos y amarillentos apuntes de la facultad) o a no complicarse la vida y recurrir a un libro de texto que se lo dé todo hecho.
  • Recursos.
Está claro que no todos los centros y mucho menos el profesorado tiene a su disposición los recursos que desearía. Y ahora con la que está cayendo, si estábamos esperando algo, va a ser que no van a llegar. Faltan ordenadores, conexiones a Internet, etc. Pienso que esta falta de recursos la podemos suplir con creatividad, aunque todo recurso que acompañe, será bienvenido. Hay una máxima por ahí que dice que hay que crecerse ante las adversidades.

A buen seguro que podría seguir con muchos otros condicionantes y en estos momentos de tanto recorte por no decir asfixia hacia la educación en este país, más todavía (No sé como vamos a llevar un aumento de ratio, un incremento de la jornada laboral, etc.). Pero no quiero acabar este post sin decir lo que realmente pretendía y que a la postre va a servir de resumen de todo esto.

Yo sí creo en el compromiso del profesorado a querer cambiar todo esto a mejor, desde la acción.  Y así creo en la obligación de todos de contagiarlo, de comunicarlo, y no sólo vivirlo (y mucho menos en la intimidad – como las hemorroides ;-) -).

Estamos obligados a infundir, inducir o como queráis llamarlo, a otros compañeros, que todo esto requiere un cambio (de actitud, de metodología, de recursos, etc) y que en este cambio, las TIC pueden y deben ser unas buenas compañeras de viaje, siempre que se utilicen con sentido, ante la necesidad de utilizarlas y no por imposición o por “ser guay”, con fundamento (que diría el Arguiñano), y sobre todo acompañadas de ese cambio metodológico tan esencial.
http://www.flickr.com/photos/d2k6/5421482330/

Una buena baza a aportar a nuestro favor es el sentir de nuestros alumnos, el aprendizaje que experimentan los mismos, así como el nuestro, pues a buen seguro nos sentiremos mejor, más felices, aprenderemos más y nos quedaremos con ese buen sentimiento del deber cumplido. Si es así, todo lo demás viene rodado. No nos importará dedicar más horas para preparar nuestras clases, o los materiales, los proyectos. Buscaremos formarnos más y mejor y aprenderemos a esquivar y gestionar la sobredosis tecnológica, informativa, etc. con las mejores armas.

Así que desde aquí os animo a llevarlo adelante, a seguir contagiando, a cuanta más gente mejor. Es algo que nos debemos, a nosotros, a nuestros alumnos, a nuestros compañeros y a la sociedad en general. Creo en el docente comprometido con todo ello. Es algo inherente en nuestra profesión, no lo podemos negar ni obviar.

Lejos de que pueda parecer un profeta, un adoctrinador, un simpatizante de unas ideas políticas u otras, o escritor de manuales de autoayuda que siempre está repitiendo lo mismo (ojala no hiciese falta decirlo), se trata de una obligación con la coherencia, de ser coherente con uno mismo, con mi trabajo y con el mundo. Aunque reconozco, que luego llega el político de turno con sus "originales" ideas, imponiendo determinadas acciones que echan al traste las ilusiones, las ganas y el compromiso o la coherencia de cualquier docente.

Y hasta aquí esta reflexión dominical sobre nuestro compromiso y propósito con/de/para la educación. Todo está dicho de hace tiempo y por ello el título de este post, esa conocida frase con la que Fray Luis de León antes y Miguel de Unamuno después, retomaban sus labores.

domingo, 11 de marzo de 2012

Afortunado de ser Docente


Amiga o amigo docente, ¿alguna vez te has planteado lo afortunado que eres?. Párate un momento a pensarlo y si llegas a la misma conclusión que yo, que sí, que eres muy afortunado de ser docente, entonces lo tuyo es vocación, lo tuyo es convicción y realmente estás donde tienes que estar. Si por el contrario no llegas a esta obviedad, es que has errado el camino, que lo tuyo no es la docencia, pues el ser  docente por si todavía no te has dado cuenta, es mucho más que entrar en una clase y exigir a tus alumnos unos conceptos, o plantearles un examen y unas notas de acorde con estos, sin darte cuenta de que tratas con personas, que también tienen sentimientos, emociones, deseos, anhelos y problemas como cualquier hijo de vecino.

Por todo ello, porqué yo sí me siento afortunado de ser docente, te dejo esta presentación donde te cuento que entiendo yo por ser docente y porqué tan afortunado me siento.


domingo, 29 de enero de 2012

Segundo vídeo promocional de la #NOVADORSOM12 (Formal)

Bueno, lo prometido es deuda, así que aquí os dejo con el segundo vídeo promocional de la Jornada Novadors & Twitters, la #NOVADORSOM12, a celebrar en Xàtiva el 11/2/2012.

Os recuerdo que las plazas son limitadas. Qué no se dan certificados ni tan siquiera de asistencia a la misma. Y que cada uno se paga todo de su bolsillo.

http://www.technosofia.net/novadorsOM12/

Antes de introducir el vídeo me gustaría dar las gracias a tod@s por la gran acogida y vuestras amables palabras para con el primer vídeo. Han sido muchas las personas que bien por aquí, bien por la web de la jornada, se han pasado y han visto el vídeo. Muchísimas gracias.
Y ahora, vayamos con este segundo vídeo, el serio, el formal. Ya avisé que en este vídeo se iba a ver Xàtiva, a l@s Novadors/as y a lo que fue la primera #NOVADORSOM. Así que aquí no esperéis diversión, pues si el primer vídeo estaba hecho con humor, este segundo está hecho con mucho amor. Pero al igual que en el primero realizaba un pequeño cameo que seguro que habréis detectado (Sí, efectivamente, yo era el que imitaba a José Mota como la Blasa, jejeje, o no), en este segundo también hay un pequeño cameo un tanto escondido de servidor, y que dejo que cada uno lo descubra por si mismo. Habrá premio para l@s más avispad@s. Suerte! y nuevamente espero que os guste, o cuando al menos que os sea útil.


lunes, 10 de octubre de 2011

Llámame iluso porqué tenga y transmita ilusión (3)

Me pregunto en voz alta ¿porqué la ilusión en canciones, dichos y refranes tiene casi siempre connotaciones alejadas de lo que para mi es ilusión?

De ilusión también se vive
No me llames iluso porque tenga una ilusión
En el dolor hay amores que curan e ilusiones que matan.
La ilusión es un espejismo que devora el alma.
Recuerda que todo en la vida es vana ilusión.
Sé realista. Quien vive de su ilusión, pronto se da un coscorrón.
Etc.…

Y busco su definición en el diccionario de la RAE y me encuentro con estas tres acepciones:

1.- Falsa imagen de las cosas producida por la imaginación o por los sentidos.
2.- Esperanza que es difícil que se cumpla.
3.- Alegría y satisfacción.

Claro, ahora entiendo porqué muchas veces es tan difícil hablar bien de la ilusión, nos solemos quedar con las dos primeras. Estas acepciones nos hablan de alucinaciones, sueños, cosas irreales, inalcanzables, imposibles. Pero están muy lejos de la ilusión de la que yo quiero hablaros.

Esa ilusión de la que os hablo es la que corresponde a su tercera acepción, es la que debemos buscar y conseguir en nuestros alumnos. Aunque muchos piensen que es una ilusión (2) el conseguirlo, o que si decimos que la conseguimos o la estamos consiguiendo haya quien quiera hacernos ver que es una ilusión (1), estoy convencido que los docentes sabemos, podemos y lo conseguimos, crear, transmitir y contagiar ilusión (3) a nuestros alumnos.

Esa ilusión (3) es real, es posible y es fundamental en educación. Siempre se ha hablado de motivación y de interés, y de lo difícil que es infundir esto en los alumnos. Pero creo que deberíamos hablar más y contagiar ilusión (3), emoción, participación, colaboración, etc.
Somos capaces de transmitir ilusión (3) y emoción a los alumnos si empezamos por ser nosotros mismos quienes lo sentimos, lo amamos, nos ilusionamos y nos emocionamos.
Si somos incapaces de ilusionarnos con lo que hacemos, con lo que enseñamos, uno, va a ser una ilusión (2) conseguir esa ilusión (3) en nuestros alumnos, y dos, nos hemos equivocado de profesión.

http://www.flickr.com/photos/dutydu/5986353585/
El alumno aprende si está ilusionado, si se emociona, si participa del aprendizaje, si disfruta con ello. Esa ilusión (3) y esas emociones, van a ser el motor de la motivación e interés por aprender, por conocer, por compartir, por descubrir, experimentar e incuso por querer ilusionar a otros.

Alguno se estará preguntando, ¿y cómo se ilusiona a nuestros alumnos?. Es bien sencillo, simples gestos, detalles y acciones nos permiten llegar hasta ellos. Si bien no hay recetas, consejos, estrategias o procedimientos que valgan para esto, cada cual con un poco de ingenio y mucha ilusión (3) va a encontrar la forma de ilusionar y emocionar a sus alumnos, con poco que se ponga en el lugar de ellos. Pero insisto, para poder contagiarla, esa ilusión debe en un principio residir en nosotros, estar presente en forma de emociones y sentimientos.

No soy ningún experto en estos temas, y como todos tengo mis momentos buenos y malos, pero sí que puedo decir desde mi experiencia personal que reencontrarme con amigos y colegas en congresos, jornadas y saraos TIC o bien de forma virtual en la red, en este blog, en twitter, en Facebook, etc., comprobar que no estoy solo, que somos muchos y que somos capaces de ilusionarnos juntos, como bien lo demuestra este Lipdub #elotro2punto0 de amigos y colegas que asistieron al III Congreso Escuela 2.0 (al que no asistí pues pensaba que no podía ir al estar mal de la vista), me produce mucha ilusión (3), me emociona, y me anima a seguir adelante.


Con mis alumnos de FyQ de 4º de ESO esta semana con unos simples gestos he conseguido ilusionarles con la Tabla Periódica. Un par de vídeos graciosos en Youtube, unas cuantas tablas periódicas curiosas (en chino, con pictogramas, de videojuegos, de tipos de letras, humorística, etc.), unas cuantas fotos que realicé en unas jornadas a la TP que han confeccionado los profes de la “Escola Pia de Nostra Senyora” de Barcelona, el libro de los elementos, etc., y aparecer vestido el día del “examen” con una camiseta con la Tabla Periódica, han hecho que todos hayamos aprendido mucho sobre la Tabla Periódica, que nos hayamos divertido, ilusionado y emocionado juntos, en un concepto que tratado de otra manera podría resultar incluso tedioso.

Así que, no me llames iluso porqué tenga y transmita ilusión (3).