En esta entrada quiero
hablaros de proyectos colaborativos y de nombres. De los proyectos colaborativos
en los que me he visto envuelto en los últimos años y de nombres, nombres de
personas que me han acompañado en estos últimos años en la realización de dichos
proyectos. Sin estas personas, estos proyectos no tendrían sentido, han sido, son
y serán imprescindibles para comprenderlos. Porqué los proyectos también son personas.
A todas ellas, muchas gracias, seguimos trabajando. Con unos, hemos tenido mayores alegrías y con otros menor éxito, pero estos
proyectos constituyen una sólida experiencia en una forma de trabajar y de
aprender a la que no sabría renunciar hoy mismo.
Para acabar os hablaré de los
que me tienen enganchado este curso escolar y en los que tengo puestas mis
ilusiones y esperanzas. Os animo a enrolaros en alguno de ellos, pasados,
presentes o futuros proyectos, pues son una gran baza en el aprendizaje de
nuestros alumnos y en el nuestro propio.
Llevo ya bastantes años
trabajando por proyectos. Introduzco estos en mi práctica docente. Y siempre
que puedo me enrolo o monto uno o más proyectos colaborativos. Sí, uno de esos
proyectos en los que además de ti y/o tus alumnos, también están implicados
otros profesores y/o alumnos, de tu mismo centro, de otros centros de tu misma
ciudad o de otras ciudades, incluso de otros países.
Mis devaneos con los
proyectos colaborativos han pasado por momentos que van desde la pena más absoluta hasta la
gloria más gratificante, pero siempre aprendiendo, siempre avanzando. Y como en muchas historias
de aciertos y desaciertos, empezó casi sin querer..., sin querer evitarlo.
No me remontaré más allá del
curso escolar 2010-2011 para hacer un poco de historia en toda esta andadura.
Ese curso escolar me enrolé como mínimo en dos proyectos colaborativos y monté otro.
Desde Zaragoza, mi buen
amigo y gran profesional, Abraham Alonso, me metió de lleno en el proyecto que
cuatro de sus alumnos estaban llevando a cabo: Al otro lado de las TIC. Juntos,
@elprofeabra y un servidor, servimos de guías y orientadores a estos cuatro
cracks: Jorge
Aguarón de Blas, Laura Aguilar, Marcos Alamillo y Juan M. Sánchez, alumnos en aquel entonces de 4º de ESO, que se
propusieron conocer que tenían que decir los alumnos de toda España sobre el
uso de las TIC en el aula. El resultado de aquel proyecto lo podéis ver aquí, y
en él no sólo se conformaron en recoger los datos de 987 alumnos de Primaria,
ESO y Bachillerato, sino que además recogieron numerosas entrevistas a
profesores e investigadores en el uso de las TIC en el aula, así como 10
tutoriales realizados por alumnos sobre 10 herramientas y aplicaciones TIC de
uso común en el aula. El proyecto tuvo cierta repercusión en este mundillo de
las TIC y la educación, y se presentó, mejor dicho, sus propios autores lo
presentaron en el VI Encuentro Internacional Educared de octubre de 2011,
habiendo sido a la vez finalista en el premio Educared 2011.
También desde Zaragoza, otro
buen amigo, Víctor Roda, me propuso la participación en el proyecto Rodeados de Química, donde alumnos de 4º de ESO del C. Juan de Lanuza de Zaragoza y alumnos
de mi centro, C. Sagrada Familia de Alcoy, realizaban sus pequeñas
investigaciones y las plasmaban en forma de entradas en el blog del proyecto
acerca de la Química que nos rodea, la que está presente en las cosas que
tocamos, comemos, usamos, etc.
Si bien estos dos primeros
proyectos de los que he hablado, en uno la implicación era sólo mía a nivel de
docente y en el otro la implicación de mis alumnos estaba directamente
relacionada con la asignatura que les impartía –Física y Química-, en el
tercero del que voy a hablar ahora la relación y justificación del mismo no
tiene ninguna relación con la asignatura que impartía a los alumnos que
trabajaron el proyecto. Como se suele decir, me lancé a la piscina, pues
aprovechando unas semanas de poca actividad académica, embarqué a cuatro de mis
alumnas de la asignatura de Física y Química para llevar a cabo con cuatro
alumnos y su profesora, Esther Madrid, del asentamiento humano El Indio, distrito
de Castilla, Piura, Perú, un proyecto que llamamos: Conectando 9500 km de distancia. Tras una charla en mi centro sobre la situación que se vive en aquella
región de Perú, logré ponerme en contacto con una profesora del Colegio Fe y
Alegría nº 15, Esther Madrid, y le propuse que junto con cuatro alumnos suyos y
yo cuatro míos, íbamos a dar a conocer a los otros, la realidad de cada lugar,
centro, barrio, gastronomía, fiestas, cultura, etc. La experiencia fue muy
gratificante para ambos centros, para ambos grupos de alumnos y de los
profesores. Todos aprendimos mucho más de los otros y conocimos de esta manera
la realidad del otro de primerísima mano.
El bazar de los locos también
tuvo lugar en estas mismas fechas y significó toda una experiencia. Esa de
poner por escrito de forma colaborativa las opiniones de numerosos usuarios de
twitter sobre sus sensaciones, sobre lo que a cada uno nos aportaba twitter en
dicho momento, y no sólo en el ámbito educativo sino también en el arte, la
empresa, el Social Media, el conocimiento, la comunicación, etc. Todos aquellos
escritos, hoy ausentes en la red, se plasmaron en un libro físico en papel que
fue presentado dentro de la segunda Novadors OM en Xàtiva el 11 de febrero de
2012 de la mano de sus dos editores: Juanjo Calderón y Francesc Llorens, El bazar de los locos, un libro para todos.
En Educaparty 2011, julio de
2011 en Valencia, escuchando de nuevo (ya lo había hecho días antes en
Novadors11) a mi amigo Toni Solano hablar de Callejeros Literarios y con la
complicidad de otros amiguetes allí también presentes, decidimos llevar
adelante Calletíficos (Callejeros Científicos). Inicialmente todos en un mismo
espacio, y al final, cada uno en su espacio propio, pero lo bien cierto es que
surgieron trabajos muy interesantes por diversos puntos de la geografía
española y el proyecto fue objeto de diversas reseñas en diversos medios.
Lástima que un poco de desorganización y continuidad del mismo, haya hecho que
la comunidad educativa se haya olvidado de él y de sus posibilidades, que las
sigue teniendo. Aquí mi aportación desde Alcoi, pero Calletíficos fue mucho más de la mano de otros amiguetes como Juanma Diaz, Ginés CiudadReal, Daniel Sánchez, Mertxe J. Badiola, etc.
Nos encontrábamos en esas
fechas, me atrevo a decir, en una época dorada de los proyectos colaborativos.
Me permití incluso dar rienda suelta a mi vena humorística y crear no una sino dos entradas
en este blog sobre los proyectos colaborativos en clave de humor: Poesía eres
tú, Callejeros Literarios, La tribu 2.0, Al otro lado de las TIC, El kiosko de
las chuches, Construyendo historias, etc.
El 2012 fue un año donde
además de Calletíficos, centré toda mi atención en la organización de las Jornadas
Novadors 2012 en Alcoi y donde el resto de los proyectos que llevé a cabo se
centraron en mis alumnos en el aula. Lástima, no me quedó tiempo para mucho más. Aunque con unos amiguetes: Anna Sorolla, Gorka Fernández y Juanma Diaz, realizamos un promo del Aulablog12 y Novadors12, La "vieja" escuela no es para mí.
También no resultó ser lo
que esperaba el microproyecto: Ya es primavera en…, aunque si hubo una moderada
participación en el mismo por parte de mi amigo Evaristo Romaguera y sus
alumnos, Aníbal de la Torre y algunos otros entre los que también se
encontraban mis alumnos. Ni tampoco salió adelante el proyecto de mi amigo Javier Alegre que me propuso ese año participar en un proyecto muy curioso
llamado: El “vestiario” de lengua, las intenciones eran muy buenas, pero
tropezaba nuevamente en la dificultad de no ser profe de lengua. ¡Con lo que me gustaría a mí ser Maestro de Secundaria!
No estaba resultando ser un
buen año para los proyectos colaborativos. Los docentes no parecían estar por
la labor de enrolarse en proyectos. Razones, imagino que muchas y variadas (si
eso en otro post hablamos de ello), pero es una realidad que no podemos negar.
Aun así, a raíz de una propuesta de mi buen amigo Daniel García en el II
Encuentro de Buenas Prácticas, me convenció y me enroló en un gran equipo
formado además por Silvia Gongo, Maru Doménech y Aure Molina para llevar a
cabo: Lo tuyo es pura leyenda. Un proyecto donde nuestros alumnos llevaban a
cabo en cortos de video sus particulares adaptaciones de las leyendas de G.A.
Bécquer. Yo sabía que esto me quedaba grande, a mí, profe de ciencias, y como
no quería que se volviese a perder una oportunidad de llevar adelante algo tan
valioso en el aprendizaje de mis alumnos, convencí a una compañera de lengua de
mi centro para llevarlo adelante, Gloria Jiménez. Bueno, y que versiones de
leyendas. Había para todos los gustos, aunténTICas joyas, y obras cómicas de
serie B o incluso Z. Fuera como fuese, los alumnos y los profesores aprendimos
y disfrutamos por partes iguales y el proyecto fue recientemente referenciado
en la revista Educación 3.0.
Y con estas llegamos al
presente curso escolar, 2013-2014. En este curso escolar, llevo adelante tres
proyectos colaborativos y al menos en dos de ellos me gustaría desde aquí
invitaros a participar y a colaborar.
El primero en nacer fue:
Viaja con Nosotr@s. Un proyecto donde cualquier miembro de la comunidad
educativa, sean alumnos, profesores o personas a título particular, pueden
compartir sus viajes y aprendizajes de una manera totalmente abierta. Un
proyecto de proyectos.
Tengo el convencimiento de
que aprendemos en cualquier viaje, sea real, virtual o imaginario, en el
pasado, en el presente o en futuro, y ese aprendizaje compartido es mucho
mejor. En la actualidad, hay más de 25 personas o grupos de alumnos o incluso
centros comprometidos con el proyecto. Hay quien ya ha dejado su huella, o la de sus alumnos (como Ainhoa Ezeiza) y otras muchas están a la espera de
este tercer trimestre del curso para plasmar sus viajes, sus aprendizajes. Pero
estoy convencido de que podemos ser muchos más, y que es un proyecto que puede
durar en el tiempo y seguir adelante hasta que queramos mantenerlo vivo. Así
que, ¿por qué no te animas a Viajar con Nosotr@s?
Después vino: AporTICs. A
propuesta de mi amiga Mª Carmen Devesa y con la excelente compañía de Manuel López Caparrós, Juan Sánchez Martos y Manolo Samos, llevamos adelante la
coordinación y gestión de un proyecto donde pretendemos que el aprendizaje
entre iguales, nuestros alumnos, sea el verdadero protagonista. Tutoriales de
herramientas y recursos TIC creados por alumnos para alumnos. El proyecto va
viento en popa y hay proyecto y tutoriales para rato, pero no lo dudes, si
tienes alumnos o eres un alumno de Infantil, Primaria, ESO o bachillerato y
sabes y puedes contar algo sobre alguna herramienta TIC a otros alumnos de tu
misma edad, AporTICs es tu proyecto.
Y por último no puedo dejar
de hablaros de un proyecto que estoy llevando a cabo con mi buen amigo Abraham Alonso del C. Cardenal Xavierre de Zaragoza. Lo hemos llamado: TuIdeaCool, un
proyecto I+D alcomaño. En él, mis alumnos de 4º de ESO de trabajo monográfico
de investigación colaboran con sus alumnos de Informática en la creación
(Alcoy) de un producto mediante el uso de conocimientos científicos y en su
publicitación y marketing (Zaragoza): creación de una marca, un logo,
posicionamiento en Internet (web, redes sociales, etc.). Más adelante cuando
tengamos ya cosillas que mostrar, os daré más detalles del mismo.
Así que estas son mis penas y mis glorias con los
Proyectos Colaborativos en estos últimos cinco años. No me arrepiento de nada,
pero sí he aprendido y mucho cuando miro hacia atrás y a la vez pienso en lo
que puede venir. Sigo creyendo que son unas excelentes oportunidades que
estamos en la obligación de brindar a nuestros alumnos para la mejora de su
aprendizaje, para un aprendizaje más activo y positivo, más eficaz y rico. No
lo dudes ni por un segundo, pruébalo y te convencerás, y si no sabes por donde
empezar o quieres alguna sugerencia, ahí van dos: Viaja con Nosotr@s y
AporTICs.