Llamadme
nosTálgICo,
pero hoy me he levantado añorando tiempos pasados. Y no, no
estoy en contra de
hacía donde vamos, pero sí, me he acordado de dónde venimos.
Creo que hacer una
reflexión sobre todo esto, nos viene bien para seguir
aprendiendo y pararse a
ver aquellas cosas que han trascendido, aquellas que deberíamos
rescatar y
aquellas que mejor olvidar. Lo mismo podemos hacer con el
presente para seguir
viendo hacia dónde queremos ir, o qué futuro nos espera y si
todo es fruto de
la evolución o si podemos introducir cambios en ello.
En
este mundillo
de la Tecnología educativa hubo un tiempo que era más social,
más cercano, más
humano diría yo. Veamos algunas ideas que en estos días me han
venido a la
mente. No tenéis porqué estar de acuerdo con ellas, ni tienen
porqué ser
ciertas, son simples reflexiones que me permiten seguir
aprendiendo, realizando
un análisis de la realidad que podrá ser más acertado o menos,
pero que a mí me
sirve. Tampoco es mi intención ni molestar ni aseverar, solo son
ideas que me
planteo, y si te sirven o estás de acuerdo con ellas, adelante,
y si no,
perfecto.
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Hace
un tiempo, reíamos más. Las viñetas de nuestro querido profesor
Potachov eran
de aparición periódica y hasta un servidor, osaba lanzar algunas
entradas en
plan jocoso para deleite de propios y extraños (humor01, humor02, humor03, humor04, humor05). Hoy en día,
menos mal que
tenemos a @maestradepueblo y algún perfil más, que muchas veces
sin ser
cómicos, sino planteando la dura realidad, dan un toque de humor
a este
mundillo que se ha vuelto más serio, más crítico (que no digo
con ello que esté
mal), incluso atemporal. Tenemos que reír más, tomarnos las
cosas con otra
perspectiva, bajo otra dinámica, más risueña y humana.
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Twitter sigue ahí y ahí estamos, ¿pero no os da la impresión de que ha
dejado de ser
social, humano y cercano? Utilizamos twitter sólo para lanzar
tweets con links
a recursos, a posts o entradas en blogs, a webs de interés, etc.
Si quieres
algo más, en twitter no lo encontrarás. Tal vez si vas a
Instagram verás la
vida pasar. A Instagram la gente se ha mudado, y aunque twitter
no ha
abandonado, en Instagram encontrarás el lado más humano y
cercano de muchos de
los docentes que a esta red se han acercado. Qué comemos, que
leemos, donde
viajamos, que experimentamos o investigamos, en el aula y fuera
de ella.
Siempre se ha dicho eso de que una imagen vale más que mil
palabras, y parece
que para nuestro lado más personal pero también profesional,
hemos cambiado las
palabras que da de sí los 140 caracteres de twitter, por las
imágenes fijas o
en movimiento que te permite Instagram. Ni con los 280 caracteres de ahora se arregla esto.
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¿Qué ha
sido de las kedadas de twitteros, de bloguers, de docentes
tictiriteros?
Algunas de ellas ya no se hacen, otras han pasado a convertirse
en
macroeventos. Somos los dos extremos, o bien no acudimos y
desaparecen, o bien
lo hacemos en masa y lo que antes eran encuentros, jornadas y
kedadas de unos
pocos, todos ellos conocidos y reincidentes en muchas de ellas,
ahora son
eventos en los que hay muchísima gente y mucho acto programado. Antes, estos encuentros no estaban tan
masificados y aunque
se puede criticar que, si bien éramos siempre los mismos y ahora
sí hay gente
nueva que va acudiendo a estos encuentros, al menos te quedaba
tiempo y espacio
para hablar con todos, conocer a la gente nueva que iba
acudiendo, etc.
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Y es
que hemos pasado de que en los centros educativos hubiese esos
docentes
raritos, francotiradores en el uso de las TIC, en la
implementación de
metodologías activas, a ser claustros donde una gran parte de
los mismos se
implican en el uso e implementación de tecnología y metodología.
Por ello no es
de extrañar que cada vez sean más los docentes que asistan a
este tipo de
eventos y jornadas y las caras de siempre se diluyan entre tanto
nuevo
asistente. La innovación ha pasado a ser cosa de todos, incluso
como ya han
comentado otros, esa gente que en los centros destacaba haciendo
cosas
diferentes (los raros de los que hablábamos antes), han pasado
ahora a dirigir
y liderar los centros educativos. En los centros hemos pasado de
tener poca
tecnología y nula metodología activa a demasiada tecnología y mucha
metodología, lo
cual no está ni bien ni mal si se sabe llevar y dosificar. Por
poner algún
ejemplo, hemos pasado del 1x1, a las tablets, chromebooks, byod,
etc. O de los
proyectores y pantallas a las pantallas digitales interactivas,
a las impresoras
3D, a la robótica más sofisticada, etc.
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Y es
que la alfabetización digital de los docentes ha experimentado
un cambio a
mejor bastante importante. Han sido años volcados en la
formación, formación
desde todos los ámbitos, formal, no formal e informal. El INTEF
ha generado un
marco de la competencia digital del docente y ha creado a tal
efecto el
Portfolio digital del docente en el que uno se puede testear el nivel de
dicha
competencia. Pero también la formación ha experimentado un
cambio, hemos pasado
de una formación formal y no formal pero mayoritariamente
presencial, a una
formación personalizada, formal, no formal e informal, muchas
veces silenciosa
y autodidacta, y otras veces a través de los diferentes cursos
online, moocs,
noocs, etc que diferentes organismos y entes nos ofrecen. En
este sentido, se
ha perdido también esa socialización y contextualización que la
formación
presencial ofrece. Nos hemos vuelto virtuales y casi ya ha
perdido el interés e
incluso el sentido la desvirtualización, aquel acto que
anteriormente acogíamos
con mucha ilusión e interés. Desvirtualizar a alguien que
habíamos conocido a través
de la red, ponerle cara, gestos y sentimientos, era algo
indescriptible.
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Captura a partir de esta imagen del INTEF |
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El
poco apoyo que se daba antiguamente al colectivo docente, bien
a nivel de
visualización y de formación del mismo, ha visto como en los
últimos años, fundaciones,
empresas, medios de comunicación, organismos públicos y privados
de todos los
sectores, se han volcado con la educación, generando formación,
premios y reconocimientos,
publicaciones, etc., dirigidas al colectivo docente.
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Los
canales, los medios, las herramientas y aplicaciones para estar
informados y
comunicados entre los docentes, han aumentado en número y
formato. Hemos abandonado
unas para entregarnos a otras. Grupos de WhatsApp para la
comunicación más directa
e inmediata y grupos de Telegram para aquella más segura,
numerosa y
participativa. Los hangouts están al orden del día y si con
ellos no tenemos
suficiente siempre podremos recurrir a los directos de
Instagram, puestos a que
Periscope no llega a cuajar.
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Termino
hablando de literatura. Si bien hace unos años aparecían un par
de libros sobre
estos temas, en estos dos últimos años hay una avalancha de
libros. No hay
docente, editorial o colectivo que saca de uno a dos libros al
año.
Como
veis, no son
pocos los cambios y transformaciones que este mundillo ha
experimentado y sigue
experimentando. No digo que no sean buenos, al contrario, me
alegro por la gran
mayoría de ellos, hacían falta. Ya era hora que muchos de ellos
llegasen, pero como
decía al principio, no sé, a uno le queda esa extraña sensación
de que algún tiempo
pasado fue mejor. Llamadlo nostalgia, llamadlo que me hago
mayor, llamadlo
miedo al cambio o reticencia a la evolución. Solo quería
reflexionarlo, en voz
alta o como hago aquí y ahora, poniéndolo por escrito y
compartiéndolo con
quien quiera leerlo.
Si quieres y te apetece, deja un comentario para seguir hablando
del tema.
Muchas gracias.