Advertencia:
Lo que aquí sigue es una entrada un tanto desfasada en el tiempo y el espacio,
pues trata sobre lo acontecido en las IX Jornadas Novadors 2012 – Alcoi
Poco puedo decir de estas Jornadas Novadors 2012. No soy yo el más
indicado para hacerlo, entre otras cosas porque en su mayor parte me las pasé
detrás de la barrera. Visto desde ese punto de vista, aunque no lo parezca,
también se disfruta, se aprende y se comparte. Y es desde ahí, desde donde
escribo esta crónica de las Jornadas,
una crónica diferente, que no creo que interese a la gente, y que para nada
llega urgente, pero si por petición de cierta gente. Si el lector quiere
conocer más y mejor que aconteció en dichas Jornadas le remito a las diferentes
y excelentes crónicas que andan por la red de grandes amigos como:
Lunes 2/7/2012
Desde la organización de las mismas, el lunes 2 de julio a primera hora
ya estábamos en el hall de la Universidad Politécnica de Valencia – Campus de
Alcoi, con la entrega de acreditaciones y documentación. Lamento las colas que
se formaron, pero la avalancha de participantes en los momentos previos al
inicio de las jornadas hizo que resultásemos ser pocos para entregar las
acreditaciones reclamadas en esos primeros compases de las Jornadas.
Por lo que pude saber a posteriori, arriba, en el salón de grados, las
Jornadas arrancaron con normalidad y a la inauguración por parte de las
autoridades, le siguió la conferencia inaugural de Mercè Gisbert. No fue hasta
bien entrada ésta que bajo empezamos a respirar. Aun así, continuaba llegando
gente. El pico de asistencia llegó a ser de 316 personas, y no por
acreditaciones entregadas, sino por asientos ocupados en algún momento dado que
obligó a abrir una tercera sala alternativa para albergar a todos los que
querían seguir las conferencias. Ya desde aquí decir que lo siento, que me
hubiese gustado que todo el mundo hubiese podido estar como en su casa, vivir
en primera línea y de primera mano todo lo acontecido en las Jornadas, pero no
teníamos salas con mayor aforo para que hubiésemos podido estar todos juntos y
a la vez, y que preferimos hacerlo así a tener que decir un No a la asistencia
a las jornadas por parte de todos aquellos que manifestasteis vuestro interés
en acudir.
Tras la conferencia de Mercè llegó la pausa para el café y los rotllets
de Anna Sorolla, genial como siempre. Hubo un primer momento para compartir,
para saludar a amigos y conocidos, para conocer a otros. También lamento que
las instalaciones de la cafetería se nos quedaran pequeñas para ello, pero hubo
muchos que supieron ponerle remedio saliendo a la plaza de Ferrandiz y
Carbonell. Gracias.
Los talleres arrancaron en algunos casos con algún que otro problemilla
técnico, lo que propició que se dispusiese de menos tiempo del establecido,
pero aun así, creo que todos pudieron finalmente desarrollarse con normalidad y
colmando las expectativas de ponentes y asistentes.
La comida del primer día, ofrecía diversas posibilidades para todos los
gustos y bolsillos, pero un gran grupo de gente comimos en la Filà Tomasines,
cuyo restaurador, Gonzalo, nos trató todo lo bien que sabe. Aun no estar
previsto que fuésemos casi 80 personas comiendo en un mismo local, nadie se
quedó sin comer. Eso sí, igual algunos comieron un pelín más tarde y no
llegaron a tiempo a las charlas de la tarde.
En las charlas de la tarde, el calor que Alcoi nos brindaba, así como
el calor corporal que desprendíamos los asistentes al salón de grados de la
universidad, hizo que el aire acondicionado de la sala resultase insuficiente
ante un aforo repleto de gente deseosa de escuchar lo que allí se iba a decir.
Entre los cinco ponentes de la tarde, yo era uno de ellos. Y mi planteamiento de
charla de 25 minutos era atípico y arriesgado. Dada la hora en la que iba a
tener lugar la charla, el estado y expectativas de los asistentes, me propuse
hacer algo que fuese mediamente divertido, sin perder de vista el contenido
propuesto. Algo que permitiese despertar el interés, propiciar alguna sonrisa y
generar un momento de distensión que nos permitiese afrontar con más ganas e
ilusión el largo día que todavía nos esperaba. No sé si lo conseguí, cada uno
sabrá, pero lamento que si alguien acudió allí esperando algo serio y rico en
contenido, se llevase una gran desilusión, no era mi intención. Pero si así
fue, no dudéis en poneros en contacto conmigo y prometo compensar esta
peripatética intromisión en las Jornadas con mucha más profusión.
Una mini pausa edulcorada con fruta italiana, permitió que cada uno
pudiese desplazarse o quedarse en la sala que prefiriese para seguir de cerca
las pechakuchas. En ambas salas había mucha calidad y por ello hubo mucha gente
que lamentó perderse las de una u otra sala por no poder estar en dos lugares a
la vez. Miraremos para una próxima
ocasión no duplicar las salas de las Pechakuchas dado que actualmente es la
actividad de las Jornadas que mayor aceptación tiene y que nadie quiere
perderse.
Sin pausas ni lamentos, terminadas las pechakuchas, directos de nuevo a
la Filà Tomasinas para la cena. Y aquí llegó el momento para el relax, el
intercambio de impresiones, comentarios y sensaciones vividas a lo largo del
dia. Gonzalo nos sirvió en esta ocasión pequeñas demostraciones de la gastronomía
alcoyana, pero no solo eso, Gonzalo también nos animó a participar de la fiesta
alcoyana por antonomasia, “els moros i cristians”.
El fin de fiesta lo rematamos en el Pub Sports Passion con gin-tonics,
y otras bebidas espirituosas y hasta la hora que el cuerpo aguantó en cada uno
de los casos, pues a la mañana siguiente la cosa seguía y también prometía.
Martes 3/7/12
El día amaneció claro y brillante. Poco a poco la gente iba acudiendo
de nuevo a la sede de la Universidad Politécnica de Valencia en Alcoi. De las
más puntuales, la ponente de la conferencia de primera hora, Bárbara Aguilar,
que no dejó indiferente a nadie. Yo seguía de nuevo desde la barrera, desde el
puesto de recepción, pues seguían llegando participantes a las Jornadas que no
habían podido asistir al primer dia pero si lo iban a hacer en este segundo
día, con la intención de empaparse de todo lo que allí estábamos viviendo.
Casi como un suspiro pasó la intervención de Bárbara y tras ella una
nueva pausa para café y rotllets. Esta vez daba la impresión de que éramos
menos o que estábamos más repartidos. No en vano, la actividad propuesta para
esta pausa propiciaba la dispersión, pues empezaba así con el café el concurso
de camisetas frikis, el de mensajes en servilleta, mensajes en tweets y el de
fotografía. Para todo ello se dispuso de un tiempo que pretendía también
favorecer un momento de acercamiento de los asistentes para confraternizar, eso
que solemos llamar, momento social.
El palmarés de los concursos fue un tanto discutido, pero no llegó la
sangre el río. La verdad es que no hubiese querido estar en la piel de los
jurados ante la calidad de las obras presentadas. Así que se procedió a la
entrega de premios y acto seguido a la conferencia de clausura. Ainhoa Ezeiza
no defraudó y consiguió convencer a propios y extraños. Lástima que todo, su
conferencia, las jornadas, no daban más de si y casi como un anhelo, llegamos a
la clausura por parte de la Directora de la UPV-Campus d’Alcoi, Georgina
Blanes, el concejal de Educación del Ayuntamiento de Alcoi, Manolo Gomicia, y
nuestro presidente de Novadors, Vicent Campos.
La despedida y cierre más informal, se produjo en algunos casos en la
plaza de la Universidad y en otros la alargamos a la comida de clausura. Comida
que tuvimos el placer de degustar en La Gruta-Círculo Industrial de Alcoi y que
sirvió de colofón de estar Jornadas Novadors de Alcoi, unas jornadas que nunca
podré olvidar y que aunque aquí pueda parecer que no llegué a disfrutar y
saborear, nada más lejos de la realidad. Guardo un recuerdo especial para cada
uno de los asistentes, también de los ausentes, de los amigos, de los conocidos y de los desconocidos, a
todos os llevo en el corazón. Gracias por hacer posible estas jornadas, gracias
por haber contribuido en ellas, pero sobretodo gracias por haberme hecho más
feliz.