Qué bello es aprender - Historia de una investigación y otras tesituras.

Desde que tengo uso de razón he comprendido que el aprendizaje me apasiona, que no puedo dejar de aprender. Y que ese aprendizaje es algo que me va a acompañar a lo largo de mi vida. Seas docente o tengas cualquier otra profesión, el aprendizaje está siempre ahí, presente, a tu disposición. Otros habrá que se conformen con lo que aprendieron en los estudios conducentes a ser lo que son, tal vez su profesión no le pida una constante actualización, un constante aprendizaje, y tal vez estos sean los que disfruten permaneciendo tumbados tomando el sol en sus vacaciones sin pensar, sin leer, desconectando totalmente. Lo siento, yo no soy así. Tengo siempre una inquietud, un afán por investigar, por indagar, por buscar, por probar, por experimentar, …, en definitiva, es una necesidad insaciable de estar despierto, siempre aprendiendo, y también desaprendiendo, como no.

Ese afán, esa inquietud, me ha llevado siempre a ser gran amigo de la información y de la comunicación, y por ende, de las tecnologías de la información y la comunicación. Primero los libros, periódicos, revistas, radio, cine y televisión, y ordenadores, dispositivos móviles e Internet después. Siempre han estado ahí, siempre están ahí y siempre estarán ahí.
También ha estado siempre muy presente en mi que esto de la información y la comunicación, también entraña sus peligros y que una sobreabundancia de la misma puede generar infoxicación. De ahí la importancia de clasificar, estructurar, saber seleccionar y cribar información, tener espíritu crítico y amplia visión, con la mente bien despierta y los ojos bien abiertos. El tiempo es oro, pero la información, la buena información es mucho más que el oro, es un tesoro, que vas atesorando en tu interior y que te permite ir madurando y estar siempre alerta ante los nuevos retos, los cambios constantes y vertiginosos y los cada vez más abundantes, peligros asociados a la información y la comunicación.

Pero no quiero divagar más y sí dejar de andarme por las ramas. Hoy quiero traeros con este post el resultado de un proceso de investigación. Una investigación que se inicio tiempo atrás, primero centrada en los alumnos, con el Trabajo Final de Máster: La infoxicación y procesos de enseñanza-aprendizaje en la educación secundaria obligatoria y que ha culminado en la Tesis doctoral centrada en el profesorado de Educación Secundaria de todo el estado español y su competencia en Alfabetización Informacional.

Acaba de publicarse en el TDX y está a vuestra disposición. No considero que haya aportado grandes hallazgos a la ciencia, ni a la tecnología educativa en primer término, pero sí, aporta ese granito de arena de un proceso costoso y elaborado con interés, con esfuerzo y trabajo.

Todo ello no hubiese sido posible si no fuese por la tenaz constancia de mi directora de tesis y de todas aquellas personas que he ido encontrando y también las que me han acompañado en el camino. No voy aquí a enumerarlas, pues son muchas y seguro que me dejaría alguna, pero sí quiero agradecer a cada una de ellas todo lo que han aportado para que esto fuera posible. Y por supuesto, quiero agradecer la participación y colaboración de todo el colectivo de Educación Secundaria de este país, a los que rellenaron el cuestionario y a los que no, esto es tan vuestro como mío. Muchísimas gracias.

Y esto no acaba aquí. Seguiré investigando, seguiré indagando, seguiré aprendiendo. Con un fin o propósito muy firme, poder dar de mi el mejor a mis alumnos, son ellos a quien me debo y también a ellos les debo todo lo que día a día de ellos aprendo. Gracias también a ellos.