Recientemente me he estado planteando como será la educación en un futuro no muy lejano. Inevitablemente educación y tecnología van a ir de la mano en ese futuro cercano, negarlo es de necios. Ahora bien, igual que en estos tiempos uno quiere ser cauto con el uso, o mejor dicho, con el abuso de la tecnología, igualmente deberemos ser cautos con su uso en ese futuro que nos acecha. No comparto esa visión tan futurista donde todo en el aula es tecnología. Vale que la tecnología nos facilita y mejora el aprendizaje, pero hay cosas que es incapaz de darnos. Sigo creyendo en ese discreto encanto de lo analógico y en que la tecnología no atiende a sentimientos y emociones. Pero además estoy hablando de que con la tecnología también descuidamos muchas veces, otras no, las habilidades sociales (relaciones personales, socialización, etc), habilidades y estrategias que requieren de nosotros mismos sin una tecnología que haga de intermediaria y tareas donde la condición humana es condición inexcusable para su realización.
Adaptada a partir de: http://pixabay.com/en/technology-digits-human-data-662833/ |
No entraré en la estéril discusión de la desaparición o no de la figura del docente. El docente, sí o sí, está y seguirá estando presente en la educación, en los procesos de enseñanza-aprendizaje, otra cosa es si conseguirá en un futuro adquirir por fin ese rol de guía-acompañante, dejar de ser el protagonista en el aprendizaje y ceder ese papel a quien realmente debe asumirlo, que es el alumno.
Me encanta la idea de tener un aula interconectada, capaz de salir sea de forma real o virtual de sus cuatro paredes y conectar con otros alumnos, con especialistas, con técnicos, con otros recursos y contenidos más allá de los presentes en los escenarios educativos de nuestros días. Un aula diáfana, grande, abierta, con diferentes espacios o rincones para trabajar, pensar, descansar y convivir. Y donde el aprendizaje no sólo se centre en esas cuatro paredes, sino que me permita desplazarme, cambiar de aula, irme a la calle, al parque, a la ciudad, a la montaña, etc.
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Sueño con metodologías activas, participativas y emergentes, donde el alumno sea el protagonista, donde no existan los límites y barreras que hoy en día ponen las asignaturas, el currículum, etc. y con horarios más flexibles y adaptados a la realidad de los alumnos, nada de clases de 45 minutos. Las clases expositivas, magistrales, donde el docente es el único poseedor de la verdad y del conocimiento absoluto deberían tener sus días contados.
Y por supuesto, este futuro también supone que debería estar presente otro tipo de evaluación, más realista y consecuente con las metodologías utilizadas, con diferentes instrumentos de evaluación adecuados para cada momento y alumno, y donde se tenga en cuenta además de una heteroevaluacion, una coevaluación y una autoevaluación.
Vale que la tiza y el lápiz (de grafito) puedan desaparecer por otros recursos más apropiados y eficaces, pero yo quiero seguir haciendo prácticas de química con productos químicos y materiales de laboratorio o salir al campo y escuchar a los pájaros cantar, oler las flores y tocar las cortezas de los árboles. Sin embargo, cuando las opciones analógicas o naturales pueden representar un peligro o un obstáculo para el aprendizaje, prefiero la tecnología y así, sueño con un escenario virtual en realidad aumentada de un parque de dinosaurios antes que soñar con un "parque jurásico" que se me antoja peligroso. Los dispositivos a utilizar tienen que ser los dispositivos del momento, los que los alumnos tengan y dispongan (BYOD). La evolución de la tecnología no corre, vuela, y por ello es necesario adaptarse a aquellos recursos tecnológicos que más juego den en el aprendizaje del alumno.
Además de con estas reflexiones y esta referencia al último informe Horizon, os dejo con este video donde recojo cuatro modelos/visiones de la educación en un futuro y con la esperanza de que el futuro de la educación nos depare grandes logros y fantásTICas sorpresas. Y vosotros, ¿cómo veis la educación del futuro? ¿Y el futuro de la educación?
EN verdad muy interesante.
ResponderEliminarYo, en cambio, me planteo las posibidades que abre el desarrollo de la IA para aumentar la autonomía del aprendizaje. Por provocar un poquito: si ya se plantea seriamente que una máquina inteligente pueda diseñar otras máquinas o pueda diagnósticar y prácticar cirugías complejas, ¿tan imprescindibles nos creemos los profesores?
ResponderEliminarSólo por provocar, que queden claras mis intenciones. ;)