No sin mi móvil: Nomofobia: miedo a salir de casa sin el móvil. Y pensar que hace veinte años salíamos a la calle, o con el coche a la carretera y no teníamos móvil.
Con el móvil me acuesto con el móvil me levanto. Nos acostamos viendo nuestro muro en Facebook, o nuestro TL en Twitter y nos levantamos mirando los whatsapps que hemos recibido durante la noche, actualizando nuestro estado en Facebook, etc.
¿El móvil se pone a la derecha o a la izquierda del plato?. ¡Todos a la mesa, móvil incluido!. En las comidas y cenas, el móvil también está presente, es un invitado más por cada comensal, al menos no come, pero sí, si está bajo de batería, los enchufes del restaurante son el bien más cotizado de la reunión. Esta madre del video, ha encontrado la solución a cuando en casa la gente no desconecta para disfrutar de la compañia y la comida.
El leer en el metro se va a acabar. Antes daba gusto entrar al metro de una gran ciudad: Madrid, Barcelona, etc. y ver que los pasajeros leían libros, periódicos, revistas e incluso comics. Ahora eso se acabó y no porqué ahora lean en ebooks o tablets, no. Ahora la gente va con su móvil, bien jugando, bien manteniendo conversaciones por Whatsapp, bien interaccionando en las diversas redes sociales. etc.
Recuerdo hace años a un docente que de camino a su centro, andaba y leía el periódico del día al mismo tiempo. Nunca llegó a darse ninguna torta contra una farola, un banco o cualquier persona (que yo sepa); igual era multitarea y no me había enterado. Ahora no es una, no, son muchas las personas que te encuentras por la calle caminando y que van más pendientes de su móvil que de si tropiezan con alguna persona u objeto urbano.
A la playa antes se iba a tomar el sol y mientras tanto se mantenía alguna buena conversación con los amigos, pareja, etc. Incluso un buen libro, o una lectura a secas (también hay quien se lleva el Hola, Semana, Lecturas, etc.), eran compañeros inseparables de un buen día de playa. Ahora la gente va con su móvil. De ahí que el bronceado del verano sea este:
Viñeta by dt 16/2014 |
Condicionamos mucho el encontrarnos con alguien o incluso si vamos solos, a tomar algo en un bar o en un restaurante, el que éste tenga wifi o no. Lo primero que hacemos nada más entrar en el lugar es pedir a algún empleado la contraseña de la wifi.
Foto de Mónica & Juny http://losjunys.com/?attachment_id=1867 |
Salimos a correr o a hacer una ruta de senderismo y llevamos nuestro móvil con nuestra aplicación de running (Endomondo, Runtastic, etc.) y estamos más pendientes de los kilómetros que hacemos, de las pulsaciones que tenemos, de las Kcal que estamos quemando, etc. que de disfrutar del momento, de la naturaleza o del entorno en que nos estamos moviendo.
En las escuelas, los institutos, las facultades, etc, incluso en muchos de estos sitios estando prohibido el llevar y/o usar el móvil en ellos, los alumnos los llevan y piratean la contraseña de la wifi del lugar y hacen uso de sus móviles. No estoy en contra de su uso en el aula, pero sí de un mal uso, de un uso del que no se obtenga aprendizaje.
A primera hora de la mañana es muy frecuente encontrarte a muchos alumnos somnolientos tras haberse quedado despiertos hasta las tantas de la noche visionando videos, interaccionando en las redes sociales, etc en su móvil y desde sus camas.
Por todo ello, se hace imprescindible hacer algo. Sí, como docentes, en nuestros centros, tenemos un compromiso y una responsabilidad para con nuestros alumnos, los ciudadanos de un mañana no tan lejano y el uso que puedan hacer de sus móviles. Enseñemos a nuestros alumnos a hacer un buen uso, un uso moderado, razonado y en aquellos momentos y lugares en los que se saque un beneficio y un aprendizaje de ello. Y aprendamos a no perdernos emociones, momentos y personas que tanto bien pueden aportar en nuestra razón de ser, un ser social, emocional y que vive en este plante, aquí y ahora. Tenemos que saber desconectar para saber conectar.
En países donde el móvil está presente con anterioridad a su presencia aquí en nuestro país, ya se detectan verdaderos problemas y adicciones al mismo, que han hecho que surjan nuevas enfermedades y nuevos tratamientos para este tipo de problemas.
En verdad mis más sinceras felicitaciones por este artículo. Es verdad en TODO. Quiero un pepper hacker
ResponderEliminarGracias Josefina.
ResponderEliminarUn saludo.