Entre nuestr@s hij@s/alumn@s, ya sean de primaria o
secundaria, en sus momentos de ocio y no ocio, nos encontramos, cada vez más,
con casos de chavales y no tan chavales que hacen un uso abusivo, en ocasiones
compulsivo, de las TIC.
Esta adicción, que por lo que tengo leído no está todavía
reconocida como tal en nuestro país y ya es de dominio público en otros países,
cuenta día a día con más casos. Unas veces se trata de casos reconocidos y
recogidos en estadísticas hospitalarias y otras veces son casos que se quedan
de puertas para dentro en sus casas.
Imagino que todos tenemos presentes las imágenes del vídeo
del niño alemán que puse en uno de los posts de la semana pasada, o que todos
hemos conocido, por mayor o menor proximidad al caso, de alguien que nos
comentan que pasa horas y horas enganchado a tal juego de consola, a Internet,
al móvil, etc. Si es así, habréis podido comprobar o os habrán comunicado sus
padres, los síntomas habituales en estos casos: el/la niñ@ (o no tan niñ@) pasa
muchas horas delante de dicho “aparato”; pierde el interés por quedar con
amigos o por salir de casa y vive encerrado en la misma; se vuelve poco
sociable o con pocas ganas de asistir a encuentros, reuniones, etc.; se vuelve
despistado, olvidadizo, incluso su rendimiento y aprendizaje disminuye
considerablemente; o determinados cambios en las pautas del sueño, la
alimentación y sobretodo de conducta, pues en ocasiones y cuando la situación
se agrava, la persona pasa a ser hostil, rebelde, a estar irascible o incluso
volverse agresiva como veíamos en el vídeo.
Eso está ahí, y como digo me consta que cada vez se dan más
casos y que sería de necios no reconocerlo. Hace tiempo que quería escribir de
ello porqué las circunstancias han hecho que me haya tropezado con un par de
casos en los últimos meses, así como de que llegara a mis manos el libro: “Adolescentes
y nuevas tecnologías: ¿innovación o adicción?” de Josep Lluís Matalí y José
Ángel Alda. Dichos autores desde el Hospital Sant Joan de Déu, constatan como
cada día les llegan más casos con problemas adictivos hacia las TIC (Internet,
videojuegos, móviles, etc.).
Padres y educadores, tenemos que estar atentos ante posibles
casos de esta adicción en nuestros hijos y/o alumnos. Ya se sabe que más vale
prevenir que curar y que muchas veces pequeños esfuerzos de las partes
implicadas pueden evitar males mayores. Pero incluso llegados al caso de tener
a un hij@ o alumn@ con este tipo de trastorno, adicción o trastorno adictivo
(que es como se le viene a llamar de momento en nuestro país en términos
médicos), se le pueden poner remedios.
http://www.flickr.com/photos/misslila/3862475720 |
No me queda claro y es algo que también visto desde fuera
nunca me ha convencido, y tal vez por eso mi desconocimiento e incredulidad, el
porqué médicos y psicólogos hablan de tratamientos farmacológicos incluso en
estos casos. Matalí y Alda dicen en su libro que es algo que no se debe obviar.
Quiero pensar que sólo será llegado el caso extremo de situaciones muy graves y
preocupantes, y aún así me cuesta reconocerlo.
En el aula, me entristece cuando veo/me entero/o llega a mis
oídos, que los alumnos van al aula de informática y se les manda realizar
cierta actividad y el/la profesor/a se dedica a otros menesteres, mientras los
alumnos se dedican a realizar la actividad rápida y mal y acto seguido se
dedican a deambular por Internet, o con juegos, o a hacer uso de las redes
sociales sin demasiado contenido ni sentido. En casa, me preocupa que a
nuestr@os hij@s les demos rienda suelta al uso del ordenador, móvil, Internet,
videoconsolas, etc., porqué así están “calladitos”, no molestan y nos dejan
tranquilos. Por ello, prefiero atacar al toro por los cuernos y ante todo
prevenir. Prevenir desde el acompañamiento hacía nuestr@s alumn@s/hij@s en sus
momentos (porqué esa es otra, tienen que ser “momentos” delimitados y pautados)
de Internet, o de videojuegos, etc. En esos momentos necesitan tiempo con
nosotros (padres/educadores) y muchas veces les negamos eso, ratos de atención,
en los que se fomenta una funcionabilidad correcta afectiva/social.
http://www.flickr.com/photos/amberflykezzie/2425264828 |
Y llegados al caso de que este trastorno se presente o
manifieste, tratarlo con pautas más concretas: favorecer actividades alejadas
del aula de informática/rincón de casa o habitación del chaval que impliquen la
relación con otras personas (preferiblemente de su misma edad), la
participación, la conexión con el medio, con la naturaleza, con las personas de
su alrededor, etc. Y muy importante, delimitar tiempos reducidos del uso del
generador del problema (videoconsola, Internet, ordenador, etc.) y en algunos
de los casos, si se puede, con acompañamiento, pero no en plan censurador, sino
afectivo-preventivo, dialogado y consensuado.
Pero bueno, todo esto desde mi humilde y particular visión
personal, que no es ni de lejos la de un experto ni enterado en el tema, y que
simplemente traía aquí con la intención de comunicar, de expresar algunas de
mis últimas vivencias, investigaciones y hechos, y que estaré encantado de
debatir, argumentar y comentar, pues como docente y padre me preocupa y me
exige actuar, o al menos, no callarme.
Más información:
Adicción a las Nuevas Tecnologías en adolescentes y jóvenes. Echeburúa Odriozola, Enrique; Becoña Iglesias, Elisardo y Labrador Encinas, Francisco Javier. Editorial Pirámide.
Adolescentes y nuevas tecnologías: ¿innovación o adicción?. 2008. Josep Lluís Matalí y José Ángel Alda. Edebé.
Adicciones y Nuevas Tecnologías de la Información y de la Comunicación. Perspectivas de su uso para la prevención y el tratamiento. Coord. Juan del Pozo Irribarría, Laura Pérez Gómez y Miguel Ferreras Oleffe. Rioja Salud.
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