¡Qué la
educación necesita un cambio! No seré yo quien lo discuta.
¡Qué
los tiempos están cambiando! No es ningún descubrimiento de ahora.
La
educación, al igual que la sociedad, es decir, las personas, o la tecnología,
etc. están en continuo cambio y es por ello que requieren de una mejora
constante, de un cambio continuo y en la figura del profesorado, de una
aprendizaje continuo, eso que llamamos aprendizaje permanente o en inglés:
Lifelong learning.
También
es viejo y redundante el discurso de que no es todo tecnología, que la
tecnología no tiene ningún sentido si no se hace un buen uso de ella, un uso
con cambio metodológico incluido. Yo mismo en más de un post anterior de este
blog he hablado de ello.
Sin
embargo y a pesar de que como digo, este discurso empieza a ser cansino y
demasiado socorrido en determinados círculos, siguen habiendo compañeros,
profesores y profesoras, maestros y maestras, que o bien siguen sin enterarse o
querer enterarse de que existe la tecnología y es una buena herramienta si se
saca un buen partido de ella, o bien no hacen un buen uso de la tecnología en
el aula, hacen un uso injusto de ésta, injusto con la tecnología, pero sobre
todo y más importante, injusto con sus alumnos que son quien lo sufren.
Es
curioso que en las habidas y por haber convocatorias de Encuentros, Jornadas,
Congresos o Saraos varios de este curso escolar, uno se percata que es como si
nos hubiésemos puesto de acuerdo todos en un mismo lema. Miradlo si no, para
muestra un botón:
ExperTIC-ticemur2012: Los retos de la competencia digital: el cambio metodológico.
Novadors12: Innovant: Canvi metodològic i TIC
Lo más
triste de todo esto es que no es algo de este año, ni de estos últimos diez
años, si rebuscamos un poco desde cuando se está pidiendo un cambio
metodológico en la educación, nos daremos cuenta que es desde…, uff, ni te
cuento.
Y
siempre habrá quien lamente que claro, en este tipo de saraos que menciono,
siempre somos los mismos, las mismas caras, las mismas personas, los mismos
amiguetes de turno. Cosa no del todo cierta pues siempre hay alguien joven o no
tan joven converso que de buen agrado asiste, repite y hasta contagia a más
gente a probar de esto. Cierto es también que en estos saraos tampoco están
todos los que son. Hay muchos compañeros por ahí (los invisibles del lema del
EABE12: Haz visible lo invisible) que trabajan muy bien, que hacen cosas
interesantes, innovadoras, esas llamadas buenas prácticas, esos modelos o
ejemplos a seguir o cuan menos a imitar; aquellos que bien por desconocimiento,
porqué van a su rollo o porque pasan o no les van este tipo de eventos, muchas
veces nos quedamos sin conocerlos, sin saber de ellos.
Y no es
menos cierto que el profesorado que utilizamos las TIC con causa, o mejor, con
conocimiento de causa y con sentido, podemos contarnos sin temor a perdernos en
las cuentas, con los dedos de una mano, es decir, estamos hablando de un
pequeño porcentaje (un 5%, un 10% a lo sumo) de profesorado frente a toda la
comunidad docente. Cosa que también más de una vez he dicho por aquí.
Por
todo ello, iniciativas populares como Purposed.es, kfe innovación, etc. o
privadas como las que promueve la Fundación Telefónica (Movimiento E3, Premio
Internacional Educared, etc.) y otras empresas en pro de la mejora de la Educación,
son de alabar. Todo y que tienen sus logros, grandes logros en muchas
ocasiones, no dejar de ser pequeños flotadores a los que amarrarse en un inmenso
mar de dudas y problemas que arreglar.
Hay
cosas contra las que algunos dicen no podemos luchar:
- Inmovilismo del profesorado.
Tanto del que no utiliza las TIC y quiere
seguir así, sin que le mareen, como el que las utiliza mal y así seguirá porque
es como lo aprendió o nadie le enseñó o no quiso aprender (de nuevo ese viejo
también, problema de la actitud), como del que ya las utiliza y bien, pero
considera que no es su cruzada, que él o ella quiere estar tranquilito, y mucho
menos, entre sus propósitos no está contagiar a nadie su buen hacer, bien
porque lo suyo es suyo o porque no va con él.
- La Formación.
No digo que no sean necesarios, pero si digo
que son insuficientes, los cursos de formación basados en la herramienta, en la
tecnología de per sé. Llevamos muchos años en los que no se para de hacer
cursos así, y está bien, pero requieren de algo más. La formación del
profesorado ya sea formal, informal, autodidacta o como se quiera nombrar, es
necesaria y nunca suficiente. Hace falta ese aprendizaje permanente que ya he
nombrado, pero debe ser una formación más centrada en la metodología y no tanto
en la tecnología. Podemos ser más o menos creativos, originales, innovadores,
pero sobre todo eso también lo podemos potenciar, motivar y contagiar, desde el
compartir, la voluntad y el buen hacer de cuantos más mejor.
- El avance imparable de la tecnología, la información y el conocimiento.
Nos vemos superados por el avance continuo y
vertiginoso de la tecnología, por la sobredosis de información (infoxicación) y
canales de comunicación con los que se nos bombardea día a día, así como
también de nuevos saberes, conocimientos y conceptos que nos hace llegar a la
desesperación, a la creencia de parecernos imposible seguir ese ritmo, esa
carrera y que hace que mucha gente decida tirar la toalla, dedicarse a ignorar
todo esto y seguir con sus métodos, con los contenidos que ha impartido siempre
(los de esos viejos y amarillentos apuntes de la facultad) o a no complicarse
la vida y recurrir a un libro de texto que se lo dé todo hecho.
- Recursos.
Está claro que no todos los centros y mucho menos el profesorado tiene a su disposición los recursos que desearía. Y ahora con la que está cayendo, si estábamos esperando algo, va a ser que no van a llegar. Faltan ordenadores, conexiones a Internet, etc. Pienso que esta falta de recursos la podemos suplir con creatividad, aunque todo recurso que acompañe, será bienvenido. Hay una máxima por ahí que dice que hay que crecerse ante las adversidades.
Yo sí creo en el compromiso del profesorado a querer cambiar todo esto a mejor, desde la acción. Y así creo en la obligación de todos de contagiarlo, de comunicarlo, y no sólo vivirlo (y mucho menos en la intimidad – como las hemorroides ;-) -).
Estamos obligados a infundir, inducir o como queráis llamarlo, a otros compañeros, que todo esto requiere un cambio (de actitud, de metodología, de recursos, etc) y que en este cambio, las TIC pueden y deben ser unas buenas compañeras de viaje, siempre que se utilicen con sentido, ante la necesidad de utilizarlas y no por imposición o por “ser guay”, con fundamento (que diría el Arguiñano), y sobre todo acompañadas de ese cambio metodológico tan esencial.
http://www.flickr.com/photos/d2k6/5421482330/ |
Una buena baza a aportar a nuestro favor es el sentir de nuestros alumnos, el aprendizaje que experimentan los mismos, así como el nuestro, pues a buen seguro nos sentiremos mejor, más felices, aprenderemos más y nos quedaremos con ese buen sentimiento del deber cumplido. Si es así, todo lo demás viene rodado. No nos importará dedicar más horas para preparar nuestras clases, o los materiales, los proyectos. Buscaremos formarnos más y mejor y aprenderemos a esquivar y gestionar la sobredosis tecnológica, informativa, etc. con las mejores armas.
Así que desde aquí os animo a llevarlo adelante, a seguir contagiando, a cuanta más gente mejor. Es algo que nos debemos, a nosotros, a nuestros alumnos, a nuestros compañeros y a la sociedad en general. Creo en el docente comprometido con todo ello. Es algo inherente en nuestra profesión, no lo podemos negar ni obviar.
Lejos de que pueda parecer un profeta, un adoctrinador, un simpatizante de unas ideas políticas u otras, o escritor de manuales de autoayuda que siempre está repitiendo lo mismo (ojala no hiciese falta decirlo), se trata de una obligación con la coherencia, de ser coherente con uno mismo, con mi trabajo y con el mundo. Aunque reconozco, que luego llega el político de turno con sus "originales" ideas, imponiendo determinadas acciones que echan al traste las ilusiones, las ganas y el compromiso o la coherencia de cualquier docente.
Y hasta aquí esta reflexión dominical sobre nuestro compromiso y propósito con/de/para la educación. Todo está dicho de hace tiempo y por ello el título de este post, esa conocida frase con la que Fray Luis de León antes y Miguel de Unamuno después, retomaban sus labores.
Te paso testigo de este pequeño-gran premio otorgado entre bloguer@s y esperamos que os haga tanta ilusión como nos ha hecho a nosotr@s.Un fuerte abrazo, Mila.
ResponderEliminarMuchísimas gracias Mila, testigo recogido y puesto en marcha.
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