El blog de juanfratic: Investigando en Educación, en TIC, en el aprendizaje, y otras cosas de la vida. Profesor de ESO preocupado en hacerlo mucho mejor y en ser feliz. Siempre en obras: compartiendo.

domingo, 6 de mayo de 2012

Como decíamos ayer...


¡Qué la educación necesita un cambio! No seré yo quien lo discuta.
¡Qué los tiempos están cambiando! No es ningún descubrimiento de ahora.

La educación, al igual que la sociedad, es decir, las personas, o la tecnología, etc. están en continuo cambio y es por ello que requieren de una mejora constante, de un cambio continuo y en la figura del profesorado, de una aprendizaje continuo, eso que llamamos aprendizaje permanente o en inglés: Lifelong learning.

También es viejo y redundante el discurso de que no es todo tecnología, que la tecnología no tiene ningún sentido si no se hace un buen uso de ella, un uso con cambio metodológico incluido. Yo mismo en más de un post anterior de este blog he hablado de ello.

Sin embargo y a pesar de que como digo, este discurso empieza a ser cansino y demasiado socorrido en determinados círculos, siguen habiendo compañeros, profesores y profesoras, maestros y maestras, que o bien siguen sin enterarse o querer enterarse de que existe la tecnología y es una buena herramienta si se saca un buen partido de ella, o bien no hacen un buen uso de la tecnología en el aula, hacen un uso injusto de ésta, injusto con la tecnología, pero sobre todo y más importante, injusto con sus alumnos que son quien lo sufren.

Es curioso que en las habidas y por haber convocatorias de Encuentros, Jornadas, Congresos o Saraos varios de este curso escolar, uno se percata que es como si nos hubiésemos puesto de acuerdo todos en un mismo lema. Miradlo si no, para muestra un botón:

ExperTIC-ticemur2012: Los retos de la competencia digital: el cambio metodológico.



Novadors12: Innovant: Canvi metodològic i TIC



Lo más triste de todo esto es que no es algo de este año, ni de estos últimos diez años, si rebuscamos un poco desde cuando se está pidiendo un cambio metodológico en la educación, nos daremos cuenta que es desde…, uff, ni te cuento.

Y siempre habrá quien lamente que claro, en este tipo de saraos que menciono, siempre somos los mismos, las mismas caras, las mismas personas, los mismos amiguetes de turno. Cosa no del todo cierta pues siempre hay alguien joven o no tan joven converso que de buen agrado asiste, repite y hasta contagia a más gente a probar de esto. Cierto es también que en estos saraos tampoco están todos los que son. Hay muchos compañeros por ahí (los invisibles del lema del EABE12: Haz visible lo invisible) que trabajan muy bien, que hacen cosas interesantes, innovadoras, esas llamadas buenas prácticas, esos modelos o ejemplos a seguir o cuan menos a imitar; aquellos que bien por desconocimiento, porqué van a su rollo o porque pasan o no les van este tipo de eventos, muchas veces nos quedamos sin conocerlos, sin saber de ellos.

Y no es menos cierto que el profesorado que utilizamos las TIC con causa, o mejor, con conocimiento de causa y con sentido, podemos contarnos sin temor a perdernos en las cuentas, con los dedos de una mano, es decir, estamos hablando de un pequeño porcentaje (un 5%, un 10% a lo sumo) de profesorado frente a toda la comunidad docente. Cosa que también más de una vez he dicho por aquí.

Por todo ello, iniciativas populares como Purposed.es, kfe innovación, etc. o privadas como las que promueve la Fundación Telefónica (Movimiento E3, Premio Internacional Educared, etc.) y otras empresas en pro de la mejora de la Educación, son de alabar. Todo y que tienen sus logros, grandes logros en muchas ocasiones, no dejar de ser pequeños flotadores a los que amarrarse en un inmenso mar de dudas y problemas que arreglar.

Hay cosas contra las que algunos dicen no podemos luchar:
  • Inmovilismo del profesorado.
Tanto del que no utiliza las TIC y quiere seguir así, sin que le mareen, como el que las utiliza mal y así seguirá porque es como lo aprendió o nadie le enseñó o no quiso aprender (de nuevo ese viejo también, problema de la actitud), como del que ya las utiliza y bien, pero considera que no es su cruzada, que él o ella quiere estar tranquilito, y mucho menos, entre sus propósitos no está contagiar a nadie su buen hacer, bien porque lo suyo es suyo o porque no va con él.
  • La Formación.
No digo que no sean necesarios, pero si digo que son insuficientes, los cursos de formación basados en la herramienta, en la tecnología de per sé. Llevamos muchos años en los que no se para de hacer cursos así, y está bien, pero requieren de algo más. La formación del profesorado ya sea formal, informal, autodidacta o como se quiera nombrar, es necesaria y nunca suficiente. Hace falta ese aprendizaje permanente que ya he nombrado, pero debe ser una formación más centrada en la metodología y no tanto en la tecnología. Podemos ser más o menos creativos, originales, innovadores, pero sobre todo eso también lo podemos potenciar, motivar y contagiar, desde el compartir, la voluntad y el buen hacer de cuantos más mejor.
  • El avance imparable de la tecnología, la información y el conocimiento.
Nos vemos superados por el avance continuo y vertiginoso de la tecnología, por la sobredosis de información (infoxicación) y canales de comunicación con los que se nos bombardea día a día, así como también de nuevos saberes, conocimientos y conceptos que nos hace llegar a la desesperación, a la creencia de parecernos imposible seguir ese ritmo, esa carrera y que hace que mucha gente decida tirar la toalla, dedicarse a ignorar todo esto y seguir con sus métodos, con los contenidos que ha impartido siempre (los de esos viejos y amarillentos apuntes de la facultad) o a no complicarse la vida y recurrir a un libro de texto que se lo dé todo hecho.
  • Recursos.
Está claro que no todos los centros y mucho menos el profesorado tiene a su disposición los recursos que desearía. Y ahora con la que está cayendo, si estábamos esperando algo, va a ser que no van a llegar. Faltan ordenadores, conexiones a Internet, etc. Pienso que esta falta de recursos la podemos suplir con creatividad, aunque todo recurso que acompañe, será bienvenido. Hay una máxima por ahí que dice que hay que crecerse ante las adversidades.

A buen seguro que podría seguir con muchos otros condicionantes y en estos momentos de tanto recorte por no decir asfixia hacia la educación en este país, más todavía (No sé como vamos a llevar un aumento de ratio, un incremento de la jornada laboral, etc.). Pero no quiero acabar este post sin decir lo que realmente pretendía y que a la postre va a servir de resumen de todo esto.

Yo sí creo en el compromiso del profesorado a querer cambiar todo esto a mejor, desde la acción.  Y así creo en la obligación de todos de contagiarlo, de comunicarlo, y no sólo vivirlo (y mucho menos en la intimidad – como las hemorroides ;-) -).

Estamos obligados a infundir, inducir o como queráis llamarlo, a otros compañeros, que todo esto requiere un cambio (de actitud, de metodología, de recursos, etc) y que en este cambio, las TIC pueden y deben ser unas buenas compañeras de viaje, siempre que se utilicen con sentido, ante la necesidad de utilizarlas y no por imposición o por “ser guay”, con fundamento (que diría el Arguiñano), y sobre todo acompañadas de ese cambio metodológico tan esencial.
http://www.flickr.com/photos/d2k6/5421482330/

Una buena baza a aportar a nuestro favor es el sentir de nuestros alumnos, el aprendizaje que experimentan los mismos, así como el nuestro, pues a buen seguro nos sentiremos mejor, más felices, aprenderemos más y nos quedaremos con ese buen sentimiento del deber cumplido. Si es así, todo lo demás viene rodado. No nos importará dedicar más horas para preparar nuestras clases, o los materiales, los proyectos. Buscaremos formarnos más y mejor y aprenderemos a esquivar y gestionar la sobredosis tecnológica, informativa, etc. con las mejores armas.

Así que desde aquí os animo a llevarlo adelante, a seguir contagiando, a cuanta más gente mejor. Es algo que nos debemos, a nosotros, a nuestros alumnos, a nuestros compañeros y a la sociedad en general. Creo en el docente comprometido con todo ello. Es algo inherente en nuestra profesión, no lo podemos negar ni obviar.

Lejos de que pueda parecer un profeta, un adoctrinador, un simpatizante de unas ideas políticas u otras, o escritor de manuales de autoayuda que siempre está repitiendo lo mismo (ojala no hiciese falta decirlo), se trata de una obligación con la coherencia, de ser coherente con uno mismo, con mi trabajo y con el mundo. Aunque reconozco, que luego llega el político de turno con sus "originales" ideas, imponiendo determinadas acciones que echan al traste las ilusiones, las ganas y el compromiso o la coherencia de cualquier docente.

Y hasta aquí esta reflexión dominical sobre nuestro compromiso y propósito con/de/para la educación. Todo está dicho de hace tiempo y por ello el título de este post, esa conocida frase con la que Fray Luis de León antes y Miguel de Unamuno después, retomaban sus labores.

2 comentarios:

  1. Te paso testigo de este pequeño-gran premio otorgado entre bloguer@s y esperamos que os haga tanta ilusión como nos ha hecho a nosotr@s.Un fuerte abrazo, Mila.

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  2. Muchísimas gracias Mila, testigo recogido y puesto en marcha.

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