De tanto en tanto me da por experimentar con mis alumnos el poder que las imágenes despliegan en ellos. Se dice que esta generación Z, generación digital o iGeneration, se decanta más por las imágenes que no por los textos. Prefieren ver la película que leer el libro en el que está basada. En la siguiente imagen podéis apreciar un ejercicio que proponía a mis alumnos no hace mucho. En el se trataba de explicar como y con que pasos se producen las proteínas en el interior de una célula. Para que pudiesen detallar los pasos y relacionarlos con los diferentes orgánulos de la célula, les añadí al texto del ejercicio una imagen de una célula, todo y sabiendo que éste iba a ser muy tentador a la hora de caer en la trapa que les estaba tendiendo.
Pues bien, un 82% (32/39) de los alumnos que realizaron este ejercicio, cayeron en esa trampa. Contestaron completando los nombres de las partes y orgánulos de la célula, pero no nombraron nada acerca de cómo se generaban las proteínas. No leyeron el enunciado del ejercicio, se dejaron llevar por ese poderoso influjo que ejercen las imágenes sobre ellos.
Otras veces no son las imágenes sino el propio texto el que ahuyenta a los alumnos. En otro ejercicio tipo examen, les plantee un folio con unas veinte preguntas, unas 10 por la cara de delante y otras diez por la de atrás. En ninguna de ellas puse ninguna imagen, y eran preguntas bastante asequibles y fáciles de contestar, a modo de prueba de concomimientos previos. Todas las preguntas tenían que ver con la materia que estaban cursando a excepción de la última que decía así: “No contestes a ninguna pregunta y entrega este folio a tu profesor con solo tu nombre manuscrito en la parte superior delantera de éste. Gracias.” En esta ocasión, los resultados fueron más sangrantes, solo 4 alumnos de 52, un 8 % se leyó el examen antes de ponerse a contestar las preguntas. Se trataba de un ejercicio en el que quería hacerles ver la importancia que supone antes de realizar cualquier actividad, el leerla por entero, el comprender lo que te piden en ella. No es tiempo perdido, sino tiempo que ganas, pues de esa manera puedes dejarte aquellas preguntas que consideres más difíciles para el final y contestar las fáciles al principio, tener una visión general de lo que vas a tener que trabajar en los siguientes minutos, o en el peor de los casos, si tu profesor te ha tendido una pequeña trampa, como en este caso, poder salir airoso de la misma.
Actualmente veo como cuando realizan búsquedas en internet, van a “san” Google a realizarlas, pero en vez de realizarlas en La web, las realizan en imágenes. Y así, en otras ocasiones, cuando realizan trabajos y se han dedicado a copiar textos de alguna enciclopedia o página web, te encuentras con los errores típicos que te demuestran que ni siquiera se están molestando en leer y comprender lo que están copiando, que no se lo han releído o mejor aún, que no se han molestado en redactarlo ellos mismos con sus propias palabras. Así copian una línea y la vuelven a copiar a continuación igual. Escriben oraciones en tercera persona, otras en primera del singular y otras en primera del plural. Encuentras frases inconexas, frases sin sentido, o frases incompletas.
Esta generación de alumnos que tenemos ahora, a la que se ha venido a llamar generación Z, en su entrada en la Wikipedia se la tilda de gente aplicada a las nuevas tecnologías (nativos digitales, tecnológicamente conectados) pero también un sinfín de descalificativos que pasan por ser consumistas, pesimistas, faltos de habilidades interpersonales, impulsivos, impacientes, individualistas, egoístas, donde su sociedad existe en Internet (que es el lugar donde abren sus mentes y expresan sus propias opiniones), malos oyentes (tienen menos en cuenta lo que otros tienen que decir y no prestan atención a los demás), muestran muy poca capacidad de comunicación verbal, acostumbrados a la acción y la satisfacción inmediata, etc.
Después de leer esto, uno no deja de sorprenderse, ¿quien habrá escrito este artículo en la Wikipedia?. Yo no creo que los alumnos de hoy en día sean tan así. Es cierto que pueden haber una serie de parámetros comunes en la gente de esta generación (nacidos entre 1993 y el 2004), pero ante la cuestión que nos ocupa también es cierto que podemos encontrar mucha otra gente de otras generaciones que tienen un comportamiento muy parecido al manifestado por mis alumnos frente a las imágenes y al texto. Incluso nosotros mismos, quien no ha caído alguna vez en la tentación de dejarse llevar por el impulso de una imagen, de no leer un texto, etc. Por todo ello, ¿no será más bien un problema de actitud?, ¿no se trata más bien de una conducta?, y si es así, es por tanto algo educable, algo que nos compete a los docentes ponerle solución y remedio.
Fa molt de temps que hem fet de l'expressió "una imatge val més que mil paraules" és una realitat permanent. De fet, encara ara, digitalitza més la TV que la xarxa.
ResponderEliminarDit això TOT en l'ésser humà és educable. Una altra cosa és en qué fem més incidència i quin és el nostre ordre de prioritats (educatives). Si les definíssim bé i les assumissim com una responsabilitat compartida els estudiants no tindrien cap més opció que seguir amb les indicacions que se li marca des de l'escola, des de casa, des de la societat en general, ...
Com sempre. Si anéssim tots a una tot seria molt més fàcil.
Respecte a llegir, o no , les coses abans de fer-les els adults som un exemple paradigmàtic de no llegir mai la lletra petita. Per tant no és només un problema dels menuts.
I per últim si són o no com diuen els informes haurem de continuar recollint dades i evidències de les seves característiques reals en termes de comportament social i d'aprenentatge.